viernes, 11 de mayo de 2007

Presentan en Noruega machos de ballenas gays y chimpancés lesbianas


La idea de que los animales sólo tienen relaciones sexuales con fines reproductivos es un disparate total, según los expertos.

El Museo de Historia Natural de Oslo presenta a machos de ballena gris en pleno juego amoroso y a damas de chimpancé lesbianas.

“¿Contra la naturaleza?” es el título de una exposición que goza de reconocimiento internacional y que está centrada en la homosexualidad de los animales. Los zoólogos noruegos responden con claridad a la pregunta del título: “No”.

“El amor entre ejemplares del mismo sexo está comprabado en más de 1.500 especies de animales. Antes la ciencia lo ocultaba por pudor”, explicó Petter Bockman en la presentación de fotos, modelos, animales disecados y textos aplicativos que no dejan lugar a dudas.

Muchos visitantes ante la foto del macho de ballena en actitud amorosa con otro o la dama de delfín que estimula con su hocico los órganos sexuales de su compañera.

La idea de que los animales sólo tienen relaciones sexuales con fines reproductivos es un disparate total. “No sabemos lo que piensan, pero es evidente que todo esto tiene mucho que ver con el disfrute”.

Y que tengan la misma orientación sexual no necesariamente tiene que ver en primer lugar con sexo.

Los cisnes son fieles a su pareja toda la vida y también más allá de su muerte, relata Bockman, ya sean parejas lesbianas, gays u heterosexuales. “La pareja es la unidad central. Mucho más importante que todo lo demás, incluido el acto sexual”.

Cuando guía a grupos de escolares por la exposición, los niños o adolescentes se quedan perplejos al ver lo extendido que está el amor entre ejemplares del mismo sexo entre los animales.

El 80 por ciento de los chimapancés enanos son bisexuales. Entre los pingüinos, los investigadores detectaron un diez por ciento de parejas homosexuales, que también adoptan pequeños pingüinos huérfanos, independientemente de su sexo.

Al realizar unos test de paternidad en una colonia de gaviotas, los zoólogos descubrieron más bien por casualidad que el 20 por ciento de las parejas tenía el mismo sexo.

En el caso de las cacatúas enananas, el porcentaje de homosexuales al parecer es del 40 por ciento.

Con esta exposición “de ninguna manera se quiere moralizar”, aseguró el zoólogo.

La idea fue de un compañero del museo, Geir Soli, cuando escuchó a un sacerdote hablar por la radio sobre que la homosexualidad era algo que iba en contra de la naturaleza.

¿Cómo puede ir en contra de la naturaleza algo que ocurre tantas veces en el reino animal? Ya Aristóteles había oído que entre las hienas, los machos tenían relaciones sexuales entre ellos. Y las hembras también.

Estas primeras “salidas de armario” de animales homosexuales, sin embargo, se basaban en malos entendidos. Las hembras de hiena disponen de un clítoris tan grande que antes se creía que era un pene, explicó Bockman ante un ejemplar disecado de este animal.

El zoólogo añadió que en esta especie está sobre todo extendida la homosexualidad entre las hembras.

La exposición apenas generó protestas en círculos eclesiásticos conservadores en Oslo. A cambio, llegaron solicitudes de museos extranjeros, y los noruegos quieren llevar la idea también a otros lugares.

Muchos jóvenes visitantes se hacen sobre todo preguntas de tipo técnico: “¿Cómo lo hacen los erizos gays?”. Eso aún no se investigó lo suficiente, responde Bockman riendo, pero añade que una de sus colegas está investigando a un puercoespín “que siempre está detrás de otro macho”.

La exposición está abierta hasta el 19 de agosto.

Internet: www.nhm.uio.no/againstnature
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