martes, 6 de febrero de 2007

Juicio contra la segunda mayor embotelladora de Coca Cola en el mundo por despedir a un directivo homosexual


La segunda mayor embotelladora de Coca Cola en el mundo, Coca Cola Femsa, se enfrentará a un proceso civil en México por daños morales contra un directivo homosexual, quien aseguró que fue discriminado y despedido por sus preferencias sexuales.


El demandante, Roberto Mendoza Ralph, dijo que un juez desestimó la apelación de los abogados de Coca Cola Femsa, quienes argumentaron que el empleado renunció a su cargo, por lo que el asunto del despido era "cosa juzgada".
El lunes, un tribunal reiteró un fallo previo, que motivó la apelación de la empresa, y señaló que en el juicio, que comenzará en los próximos días, no se ventilarán derechos laborales, sino "el daño moral, que afirma el acto fue causado por conducta discriminatoria de los demandados".

Mendoza presentó la demanda por daño moral en mayo del año pasado, a la que sumó una denuncia penal en octubre ante una instancia de la Fiscalía del Distrito Federal, porque el código penal de la capital mexicana castiga la discriminación por causas de orientación sexual.


"Acusaciones infundadas"
En un comunicado, la empresa calificó de "infundadas" las acusaciones de discriminación hechas por Mendoza. "En Coca Cola Femsa, tenemos una estricta política de respeto a los derechos humanos", agregó la firma.

Aseguró que el demandante había firmado hace menos de año y medio un convenio de finiquito de la relación laboral, aprobado por las autoridades laborales, pero siete meses después de recibir su pago final "presentó una demanda civil por daño moral", en la que reclama 80 millones de pesos (6,3 millones de euros).
Afirmó que en el tiempo en que estuvo trabajando para la empresa, "jamás presentó queja alguna sobre discriminación".
Mendoza, un ingeniero mecánico que ingresó en la embotelladora en 1998, ocupó cuatro puestos de gerente y participó en el desarrollo de nuevos negocios y en sus operaciones en el extranjero.
No obstante, "el director corporativo de Recursos Humanos, Eulalio Cerda, decidió restringir mis oportunidades de acceso, permanencia y ascenso en mi empleo porque soy homosexual", aseguró Mendoza.

Dijo que la discriminación en su contra empezó cuando en 2003 fue trasladado a la capital costarricense. "Como parte de mi cambio, mi pareja de cinco años viajó conmigo, decidimos no ocultar nuestra relación y lo presenté a mis compañeros de trabajo", aseguró.
Al llegar a ese país, afirmó, ocupó un cargo menor al que tenían sus compañeros en niveles similares en otros países.


De Costa Rica a México
Casi un año después, le ordenaron regresar a México y le ubicaron en un puesto de gerente, "el mismo cargo que ocupé seis años y medio atrás y que reducía mi salario en un 32 por ciento".
El demandante aseguró que no tuvo opción y aceptó el cargo, porque se enteró de que el director de recursos humanos de la embotelladora afirmó, durante una junta de directivos, que no tendría a un homosexual como director.
Mendoza señaló que fue "hostigado" en el ámbito profesional y cuestionado por sus decisiones, por lo que finalmente fue despedido el 12 de octubre de 2004, "lo cual se revistió después de renuncia, porque fui obligado a renunciar a cambio de un finiquito de ley".
Asimismo, afirmó que desde que se inició el proceso legal ha sido objeto de amenazas de muerte y que su familia y su pareja han sufrido persecuciones.


20minutos.es

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